domingo, 16 de noviembre de 2014

Televisión: Tu cara me suena mini

En esta mañana de domingo en la que dispongo de tiempo y tengo unas ganas enormes de ponerme a escribir, voy a retomar un post que dejé sin terminar hace unas semanas sobre el concurso "Tu cara me suena mini". Allá voy.

Hace tiempo escribí en mi otro blog sobre el programa de Antena 3 "Tu cara me suena". En aquel post me deshacía en elogios al programa por el tremendo buen rollo que destilaba y por esa sonrisa de oreja a oreja que me dibujaba en la cara cada vez que lo veía. En esta ocasión vengo a deciros casi los mismos comentarios positivos de la versión con niños del programa, pero quizá multiplicada por dos porque para mi gusto el programa es doblemente emotivo.

No todo el mundo estará de acuerdo conmigo, pues los programa de televisión con niños sitúan al público en dos bandos muy opuestos, el de eterna adoración o el de eterna repulsa. A una servidora, sin ir más lejos, los programas con niños siempre le han parecido un recurso fácil para tener al público adulto embobado durante un rato y poco más. Por lo que se refiere a concursos de talentos infantiles, mi acidez era mayor. Y creo que de no haber sido por la presencia de los famosos adultos en el programa del que os vengo a hablar y de la satisfactoria trayectoria de su versión adulta, quizá no me habría animado a ver este formato infantil, ya que no era muy partidaria de ver a unos niños que, por mucho desparpajo que tuvieran, no podían ser calificados de cantantes por no habérseles formado aun la voz, por ejemplo. En ese sentido, en el de la calidad vocal y artística de los pequeños, creo tener razón porque, a pesar de que algunos tienen mucho "arte" y se saben mover en un escenario, aun es pronto para calificarlos de grandes artistas. No quiero decir con esto que no brillen en un futuro, pero de momento es pronto para afirmar rotundamente las cosas. Eso sí, creo que lo que sí tienen estos niños y a montones es una inocencia y calidad humanas tremenda y es ahí donde a mí me llegan al corazón hasta el punto de desmontar mis prejuicios y hacerme cambiar de opinión.

Si el formato adulto brillaba por el buen rollo y por la calidez que desprendían la gran mayoría de participantes y demás personas que hacen posible el programa, en esta versión los niños derrochan aun más sencillez, buen hacer, humildad, tolerancia y respeto por los demás. Los responsables del casting del programa han sabido hacer bien su trabajo y nos han traído a unos niños libres de prepotencia y altanería, niños que, programa a programa, han demostrado que tienen los pies en el suelo y no se las han dado de divos. Encima son siempre muy agradecidos. Con toda esta mezcla a mí me ablandan el corazón con cada programa hasta el punto de asomarme alguna que otra lagrimilla de vez en cuando. Está claro que habrá niños que gusten más o menos, niños que no sepan cantar, niños que están ahí para hacer reir al público y, en resumen, niños que como concurso de talento musical que es esto no estén a la altura, pero es de agradecer tenerlos cada semana ahí haciéndonos reir y brindándonos momentos muy emotivos con su inocencia y humildad.

Y si decía antes que el casting de los niños ha estado bien, con el de los adultos también he de decir lo mismo. En este caso se trataba de famosos que ya hubieran participado en las ediciones anteriores y el programa ha optado de ir a por personas con un gran sentido del humor, que saben reírse de sí mismas, profesionales y trabajadoras y con una gran calidad humana. Que no se me malinterprete, no digo que los que no han cogido no lo sean, simplemente estoy diciendo cómo son los que están participando en esta edición. Y lo bueno que le veo al programa es que ha sido tan buena la colaboración entre grandes y pequeños, que te olvidas de los famosos y eliges a tus favoritos por el resultado del trabajo de ambos, del famoso y del niño. 

En fin, ¿qué queréis que os diga? ¡He caído a los pies de este programa! Y me refiero tanto a la versión adulta como a esta. Ya lo dije en su día, hacen falta muchos más programas como estos en la parrilla, pues nos hacen disfrutar y nos enseñan valores ya olvidados en la televisión, una televisión en la que se premia el escándalo, la provocación y la pelea. ¡Más "Tu cara me suena" hacen falta! ¡Que tomen nota los directivos de las cadenas!


¡Hasta el próximo post!

2 comentarios:

  1. Pues fijate, a mi me ha pasado lo contrario y esta version con niños a cada progama me gustaba un poco menos, aunque el casting esta realmente bien (con la unica pega del niño pequeño (el de miki), me parece demasiado pequeño para participa y se nota que cuando no le gusta la cancion no se esfuerza igual).

    Creo que el hecho de que haya niño coarta a los adultos y estos estan mas pendientes del niño, asi que en esta edicion son menos espontaneos que en las anteriores, perdiendose el encanto del progama y los niños aunque lo hagan muy bien no son los adultos y no saben que pueden hacer y que no, asi que algunos no acaban de soltarse y a veces cuando los sacan para hacer algo parece que sean animalesde feria y que nos esten diciendo: mira que monos son.

    Y luego esta que al ser niños, cuando lo hacen mal no se les puede decir que lo han hecho mal, sino destacar lo que hayan hecho bien y decirles que sigan mejorando y cuando no hay gran cosa que destacar la frase de ¿a que te lo has pasado bien? muy rara es la vez que el jurado les ha dicho que lo han hecho mal.

    Asi pues, a pesar de que el progama siga teniendo varias de sus virtudes, en mi caso hacer una version con niños no ha sido el mejor de los aciertos, al principio le di una oprtunidad y a medida que han ido avanzando las galas me han ido cansando hasta el punto de que las ultimas galas apenas veia las actuaciones y eso si no hacian nada en otro canal.

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  2. Muy de acuerdo en todo. Faltan programas así ;)

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